Para hacernos una idea del relativo conocimiento que tenemos sobre las especies animales que han llegado a habitar la tierra, se estima que el 99% de todas las que han existido en algún momento en el planeta están extintas.
Y de acuerdo con la web Gizmodo, publicación online sobre tecnología, ciencia y cultura digital, los científicos han descubierto hasta 1.300.000 especies animales, lo que representaría alrededor del 20% del total de especies existentes en el planeta. Con lo cual, todavía quedarían millones de especies por descubrir.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró extintas en la última década al menos 160 especies, tanto animales como vegetales. Y entre ellas no están incluidas las especies que ya están extintas en su medio natural pero aún sobreviven en cautividad.
¿Por qué se extingue una especie?
Hoy en día, las especies normalmente se extinguen debido a uno o varios factores combinados, de los que el ser humano suele ser responsable.
Entre estos factores destacan, por ejemplo, la deforestación de los hábitats de las especies, la introducción intencionada o involuntaria de especies invasoras, la contaminación del propio habitat o también la contaminación global, que aunque no afecte in situ al territorio de la planta o el animal, incide en forma de cambio climático.
No hay que olvidar tampoco que los ecosistemas se ven afectados incluso si las especies no se han extinguido, sino también cuándo su población resulta diezmada.
En general, son necesarias décadas sin avistar una especie animal, junto con búsquedas exhaustivas infructuosas, antes de que los investigadores puedan establecer con seguridad que no quedan ejemplares.
Dado que no podemos hablar de todas esas 160 especies animales y vegetales ya desaparecidas, vamos a resaltar, con ayuda de la web Gizmodo, algunas de ellas. Sirva esta pequeña lista como homenaje para todas las especies que, en la última decada, nos han dicho adeus, goodbye, auf wiedersehen…
Zampullín del Aloatra
Sí, el nombre se las trae, y quizá penséis que debe de tratarse de un tipo de animal raro y exótico, pero no. Se trata de un ave acuática, dentro del tipo comúnmente conocido como somormujo.
La única fotografía conocida de esta ave fue sacada en 1985.
Originaria del lago Alaotra en Madagascar, lo que selló el destino de esta criatura fue su tamaño.
Los adultos tenían solo 25 cm de largo, y su pequeña envergadura hacía que rara vez se aventurasen lejos de su entorno pantanoso.
Eran particularmente vulnerables a la caza furtiva y a quedar atrapadas en redes de pesca, y los peces depredadores introducidos en su habitat por los humanos también las cazaban.
La UICN la dio por oficialmente extinta en 2010.
Rinoceronte negro del África Occidental
A comienzos del siglo XX, la población de estos robustos herbívoros que deambulaban por el continente africano ascendía a un millón. Seis décadas después comenzó una incesante matanza.
Entre 1960 y 1995, más del 98% de estos animales fueron masacrados por cazadores furtivos, que codiciaban sus cuernos como ingredientes para falsos medicamentos destinados al Lejano Oriente, un lucrativo negocio.
Su población había disminuido a menos de una docena en 1997, y aunque hubo avistamientos esporádicos en años posteriores, en septiembre de 2011 fue considerada como subespecie extinta por la UICN.
Tortuga gigante de Pinta
El 24 de junio de 2012, el ejemplar llamado George el solitario murió en las Islas Galápagos. Tenía más de 100 años y era el último representante en el mundo de la tortuga gigante de Pinta.
La llegada de exploradores y balleneros a islas remotas del Pacífico a principios del siglo XIX diezmó la población de tortugas de las Galápagos. Hubo intentos de aparear a George con otras tortugas para producir híbridos Pinta, pero ninguno tuvo éxito.
Pantera nebulosa de Formosa
También conocida como leopardo nublado de Formosa, habitaba la isla de Taiwán (conocida en el pasado como Formosa).
Debido a que la isla tiene sólo 394 km de largo y 144 de ancho, su población humana de más de 23 millones de personas fue reduciendo de manera continuada el hábitat de esta pantera.
Para los habitantes nativos de la isla, los aborígenes Rukai, cazar estas panteras era un tabú. Desafortunadamente, las siguientes oleadas de pobladores de la isla no mostraron tanta cortesía con estos felinos.
A pesar de haber sido declarada extinta en agosto de 2013, podemos introducir aquí y ahora un giro dramático esperanzador: en febrero de 2019 se produjo un avistamiento de un supuesto ejemplar en el condado taiwanés de Taitung. En la actualidad, la Oficina Forestal de Taitung trabaja activamente para confirmar o desmentir el avistamiento.